domingo, 25 de enero de 2015

DESINTOXICACIÓN VIRTUAL
DÍA 3
Al siguiente día Lunes, me desperté a las 6 de la mañana, me cambié de ropa, me peiné y terminé de alistarme para irme a cumplir con mi rutina diaria de entre semana, ir a clases, y aunque casi no todos los días alcanzo a desayunar, siempre me voy dejándole un besito en la frente a mi bebé que a esa hora aún permanece dormido, y aunque físicamente no me acompañe mi Roger, yo siempre lo llevo en mi mente y en mi corazón, ya que en algún momento de mi vida permaneció en mis entrañas durante nueve meses, por tanto lo hace como el ser más pequeño que tengo pero al que te tengo un gran amor, cariño, él es mi tesorito. Saliendo de casa, me fui caminando para la estación de buses que me llevan para la universidad, llegué a la universidad, al laboratorio de NTICS, posterior la ingeniera Jennifer Celleri, tomó lista de los alumnos y procedió finalmente a entregarnos nuestros aparatos electrónicos.
Terminado esto, este fue el último instante en que fue que no tuvimos nuestros celulares a la mano.
DESINTOXICACIÓN VIRTUAL
DÍA 2

Al siguiente día, nos despertamos, nos fuimos a cepillar nuestros dientes, nos lavamos la cara y le preparé su desayuno, comió normalmente y yo a su lado. En la tarde ayudé a mi mamá con el que hacer del hogar, limpiando y arreglando mi muy desordenado cuarto, ya que mi Roger y yo somos unos desordenados, lo reconozco.
Luego fui a la cocina a ayudar a mi mamá a preparar el almuerzo, y a las dos de la tarde en punto almorzamos todos juntos, mi mamá, mis hermanos, Roger y yo; terminando esto mi hermana y lavamos todos los platos y limpiamos juntas la cocina, y descansando de esto estuvimos en la sala sentados todos nuevamente, recordando junto a mi mami, nuestras travesuras de cuando éramos pequeñas criaturas, momentos de cuando aún vivíamos con nuestro papá, anécdotas familiares muy acogedoras, ese dia sonreíamos mucho. Gracias al fin de semana de desintoxicación virtual que tuve me di cuenta de que no es necesario tener al alcance a la mano un celular o una computadora para no aburrirse ni sentirse solo, ya que los verdaderos amigos y las personas que de verdad te escuchan están bajo el mismo techo que tú, y cuando me di cuenta de aquello, reconocí el tanto tiempo desperdiciado que no pasaba un buen fin de semana como aquel, amo a mi familia, amo a mi hijo y aunque somos pocos Dios nos hizo y nos sigue haciendo mucha compañía.
Afortunadamente, para el siguiente día, que tornaba a ser lunes, no tenía deberes, ni lecciones que rendir, así que el resto de la noche del domingo anterior, salimos mi familia y yo a dar un paseo, a la ciudad de Machala, ir al cine, ver una película, y finalmente regresar a casa, alistarnos para descansar, para empezar una nueva semana humildemente, como siempre con el permiso y la bendición de Dios, ya que sin él no podemos ser ni hacer nada.
DESINTOXICACION VIRTUAL
DIA 1
El día en que nos fue retira el celular por la Ingeniera Jeniffer Célleri, docente actual que nos da clases de enseñanza en la materia Nuevas tecnologías de la información y comunicación Social, NTICS, para realizar un proyecto basado a lo que voy a narrar a continuación:
A partir de ese momento empezó mi vida a desintoxicarse del mundo virtual durante cuarenta y una horas seguidas. Ese día en el que empezó la cuenta progresiva de desintoxicación virtual de nuestras vidas ya que al resto de mis compañeros también se les fue retirado sus móviles, en mi caso, luego de haber dado el examen del hemisemestre de informática, con la ingeniera Jeniffer, me fui a Machala a comer una ensalada de frutas, esperando llegue el momento para regresar nuevamente a la universidad y rendir el examen del hemisemestre de inglés con la licenciada Anne Valdiviezo. Terminando este, fue el último examen hemisemestral que rendimos. Torné a retirarme para mi casa en la ciudad de pasaje provincia de el oro, lugar donde se encontraba mi pequeño y hermoso Roger, primer y único mi hijito, de dos y siete mesesitos de edad, y por supuesto también mis hermanos y mi mamá; almorcé con el sentado en mis piernas, y decidí mientras comía que era el momento y el fin de semana indicado de entregarle mis horas completas al ser que me regala felicidad con tan solo verlo despertar a mi lado, mi bebecito Rogercito. Nos bañamos juntos esa tarde disfrutaba cada segundo a su lado como si fuese el ultimo, nos arreglamos y salimos los dos juntitos a pasear a un parque de diversiones para bebés que hay en el centro de la ciudad. Nos columpiamos, lo ayudaba a subir a la resbaladera y con mucha felicidad él se deslizaba muy sonriente de está pidiéndome que lo subiera una vez más. Luego de pasar dos horas jugando con mi pequeño, nos fuimos a buscar una heladería y él se comió un helado de chocolate y yo un helado de ron pasas, también, lo llevé a comprarle ropa, estaba tan emocionado y yo también comprándole ropita nueva, y a su edad, el escogía sus pantalones, sus primeros gustitos, y también escogía los zapatitos que le gustaban para comprárselos, y no medimos la emoción que no vimos precios y se me hiso una cuenta bien cargada a mi tarjeta, pero bueno eso no es lo importante, lo que importa es que en pocas horas he descubierto cosas lindas de mi pequeño, cosas y detalles importantes que me perdía en momentos fuera de casa por estar en clases y en momentos que aun que estando en casa pero no poniéndole mi atención al cien por ciento, por estar haciendo deberes o estudiando para las clases del siguiente día diariamente. Llegamos a casa con mi pequeño dormido en mi falda, subí con él cargado en mi hombro, y las cosas que habíamos comprado, aunque no sé cómo pude subir con tantas cosas y mi hijo a la vez a nuestro departamento, en dirección a nuestra habitación, y así dormidito, lo limpié, lo cambié y fui a ducharme para luego acostarme al lado de mi príncipe.